viernes, febrero 16, 2007

LA OBRA DE DIOS DA ENERGÍAS
Hacer su obra es alimento para nuestra vida:
La obra de Dios consiste en recoger la cosecha. Juan 4:32-36 narra que el que recoge la cosecha recibe energía, prosperidad y gozo. Tenemos que tener una manera renovada de pensar y creer la palabra de Dios, pues de lo contrario, muchas veces llegamos a conclusiones erróneas y nos equivocamos. Creemos que durmiendo o quedándonos en casa los domingos obtendremos el descanso que buscamos, pues es común que lo primero que la gente recorta de su tiempo es al Señor. ¿Por qué? Porque no hemos sido renovados en esta escritura, y se nos olvida que Jesús nos enseñó que hacer la voluntad del Padre debería ser nuestro alimento diario. El que cosecha recibe salario y prospera, según el versículo 36. Según el antiguo testamento, deberíamos guardar un día para Dios obligatoriamente, pues así lo dictaminaba la ley, y ahora que vivimos bajo la gracia, no lo hacemos. Si no somos salvos por obras, sino porque Él nos regaló la salvación, con más razón deberíamos consagrarnos. Tenemos tantas cosas y sabemos tantos versículos, que concluimos que los creemos por el hecho de saberlos. Pues si le creyésemos a Dios, de esa palabra nos agarraríamos y en ésa ciegamente confiaríamos, y entonces las cosas ocurrirían. Debemos confiar en su palabra y en que Él saciará todas nuestras necesidades, pues así lo ha prometido. Dios siempre escucha nuestras peticiones, ¿pero quién dice que nos tiene que dar un sí por respuesta siempre? Nosotros mismos hemos dado un “no” a nuestros hijos por su propio bien. Dios es bueno, y cuando veas las noticias, no dude tu corazón de la palabra que has creído, pues esa ha prevalecido por años y no fallará.
Hay recompensa para quienes trabajan ¿Qué debemos hacer en tiempo de crisis? ¡Segar! Pues Dios da salario al que siega. Asimismo, el que siega recibe nuevas fuerzas. La Biblia nos enseña que no sólo tenemos recompensa en la tierra, sino también en la eternidad. Su palabra dice qué galardones nos esperan en el cielo. La diferencia entre nosotros en el cielo se hace aquí en la tierra. Todos los que estamos en el reino tenemos un arado en la mano. La Biblia dice que llegará el tiempo en que el que siega alcanzará al que siembra, es el Espíritu Santo el que hace la obra, nosotros sólo tenemos que abrir nuestra boca. No cabe duda que donde abundó el pecado, sobreabunda la gracia, como lo dice su palabra.
Proverbios 11:30 dice "El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio". Todo aquel que nos rodea debería arrancar de nosotros vida: amor, sanidad, salvación, restauración, etc. No esperes perder el miedo para hacerlo, sino que con todo y miedo habla, pues es la única manera de quitártelo y alcanzar la victoria. Proverbios 24:5 dice que el sabio es fuerte y Eclesiastés 7:19 dice que la sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad. Si tú quieres tener fuerzas, sé sabio; y si quieres sabiduría, entonces debes ganar almas para Cristo.
Él te dará nuevas fuerzas, Dios nos quiere dar fuerzas, pero debemos saber de dónde vienen éstas. Mira Isaías 40:28-31. Dios no se fatiga ni desfallece y Jesús dijo que su Padre hasta ahora trabaja. Hay personas que se fatigan de la obra del Señor e ignoran que compartir su Palabra y hacer discípulos da energía, y cuando las fuerzas faltan, el Señor es fiel y da fuerzas al cansado. No dude tu corazón en correr a tu Padre y pedirle fuerzas, pues Él es quien te alienta y saca adelante. Si tú te has sentido débil y cansado, no dejes pasar este día y corre hacia Dios, quien renovará tus fuerzas como lo ha prometido. "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10.
Con amor de io para uds q leyeron este material.